lunes, 28 de julio de 2008

MIS FAVORITAS RECIENTES: DOG SOLDIERS (2002)

Photobucket

Quiero empezar, con esta reseña de Dog Soldiers, otra serie dentro de este Fan-cine Fantaterrorífico que irá destinada a comentar periódicamente alguno de los títulos dentro del género que más me han llamado la atención en época reciente. La verdad es que es como buscar una aguja en un pajar, pues en estos últimos años han brillado por su ausencia la originalidad y la brillantez, y han abundado las secuelas de videojuegos, los vacuos efectos digitales, los psicópatas de turno y los remakes que han manchado el nombre de películas que en su momento marcaron una época.

El hecho de que empiece con esta producción británica, no es por su calidad; evidentemente no es una obra maestra, que es un término casi olvidado para el cine, sino porque su director, Neil Marshall, está ahora de actualidad por el estreno de Doomsday. Para colmo, en este mismo 2008 se avecina una secuela que todo parece indicar irá directa al mercado videográfico en España, aunque debido a su reciente estreno no lo puedo confirmar. Con el tiempo espero dedicar un espacio en Fan-Cine Fantaterrorífico a la actualidad y comentar cuestiones como esta.

Pese a ello, Dog Soldiers resultó una relativa sorpresa en su momento por su frescura y falta de pretensiones, consiguiendo resultados algún punto por encima del cine de terror al uso actualmente. En realidad, se trata de una revisión del tema de los Hombres Lobo, muy lejos evidentemente de En Compañía de Lobos (Neil Jordan,1984), una de mis favoritas sobre el asunto, e incluso de Ginger Snaps (John Fawcett, 2000), que también incluiré aquí y me parece una de las mejores propuestas de los últimos años al respecto; no olvidaré dos clásicos modernos como son Aullidos (Joe Dante, 1981) y Un hombre lobo americano en Londres (John Landis, 1980) que seguramente conforman el póker de la especialidad de las tres últimas decadas.

Photobucket

Siguiendo la pista de La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1967), o de sus posibles inspiradoras no terrorificas, como Rio Bravo (Howard Hawks, 1959) y con posterioridad, por ejemplo, Asalto a la comisaría del distrito 13 (John Carpenter, 1976), pero en versión licántrópica, en el film de Marshall nos hallamos con un pequeño grupo de soldados ingleses destinados en las Tierras Altas de Escocia.
Una vez allí, descubren que sus antecesores han corrido un destino fatal y el único superviviente de entre ellos les cuenta la amenaza que alberga ese bosque, en forma de un nutrido grupo de hombres lobo autóctonos (posible parábola del arraigado sentimiento nacionalista escocés ante la presencia inglesa).
No tardarán en encontrarse con una representación de tan temibles nativos, lo que les obligará a refugiarse en una recóndita cabaña donde aislados, incomunicados y con escasos medios, no les quedará más remedio que intentar aguantar el asedio hasta la salida del sol.

Lo más destacable, como decia arriba, es la escasa ambición de la pelicula, la ambientación (en realidad se rodó en Luxemburgo), los momentos gore y humorísticos- auto paródicos; también la revelación de un director como Marshall, aunque da la sensación que en la posterior The descent (2005), con puntos en común con Dog Soldiers, no acabó de confirmar las expectativas. Entre lo peor, quizá el argumento, algo previsible en algunos momentos, y demasiado escaso para llenar 105 minutos (alguna laguna guionística también contribuye a ello), los actores, entre los que destaca Kevin McKidd (Lucio Voreno en la serie Roma) no son gran cosa, y, debido a su modestia, los efectos especiales son flojos (los hombres lobo son poco más que una caperuza con la cabeza de este animal puesta encima de un intérprete humano, aunque eso también ahonda en la perspectiva del film planteado como un cuento para adultos).


Pese a todo, Dog Soldiers arroja más luces que sombras, y la recomiendo para los aficionados al género que aún no la conozcan.

martes, 22 de julio de 2008

THE Z FILES: ¿DONDE TE ESCONDES, HERMANO? (1982)

Photobucket

El haber dedicado mi última reseña a El otro me llevó a pensar (ahora que ya tocaba volver a retomar el tema de las series Z) en comentar algo sobre esta película, la cual, desde un polo opuesto en todos los sentidos, también trata el tema de los gemelos.
Si, ya sé que es casi inadmisible pasar de un producto magistral y un film de culto como el de Robert Mulligan, a lo que podemos considerar una auto-parodia gore como Basket Case (título original del film que nos ocupa, así como de sus continuaciones), pero desde un principio tuve claro que éste era el espíritu de este fan-cine fantaterrorífico. Así que vamos a ello.

¿Donde te escondes, hermano? fue una producción de bajísimo presupuesto que le dio la fama al director neoyorquino Frank Henenlotter, aunque prácticamente toda su carrera se limita a esta película y las dos secuelas consiguientes, dado que obtuvo un inesperado gran éxito; aparte también se encargó de otra cinta de culto como Brain damage, que también se mueve en coordenadas similares a esta.

Photobucket

El argumento consiste en la llegada a New York de Duane, interpretado por Kevin Van Hentenryck, que resulta de lo más destacable o de lo menos malo del inexperto (por decir algo) reparto, y que viaja acompañado de una cesta. En un flashback, se nos cuenta que Duane nació con un hermano siamés, el deforme Belial, del que se le separó a los doce años, y que fue abandonado después en un cubo de basura dado por muerto. Pero no fue así, sobrevivió, y ahora ambos pretenden vengarse de los médicos responsables.

La condición de producto casi casero (muchas secuencias interiores fueron rodadas en casa de amigos y el propio director realiza un cameo en alguna escena), y los pocos medios con los que se contaron (el personaje de Duane enseña un fajo de billetes al principio de la película y Henenlotter afirma, no sabemos si bromeando, que ese era todo el presupuesto con que se contaba) se contrarrestan con la falta de pretensiones y con algunos recursos interesantes: el personaje de Belial se muestra poco a poco, inicialmente desde un plano subjetivo, después sus manos o sus ojos saliendo de la cesta, hasta aparecer en su totalidad como una especie de masa de plastilina animada torpemente por stop motion; la relación amor-odio entre los protagonistas; uno necesita del otro para vivir pero envidia su normalidad, en cambio Duane se ve lastrado por la carga que lleva encima constantemente (no solo por la cesta, sino por lo que contiene); determinadas cuestiones nos pueden recordar a películas como Estoy Vivo (1972), que trataba el tema de un recién nacido mutante y asesino, y que tuvo dos continuaciones, todas ellas dirigidas por Larry Cohen, otro de esos creadores de terror underground que aparecerá por aquí algún día, o incluso a Hermanas (Brian de Palma, 1972), que también contiene siamesas y crímenes.

El resto de recursos típicos del cine gore más descacharrante completan la sesión, ideal para recuperar en una de estas noches de verano por parte de los cinéfagos con menos prejuicios. Adjunto un trailer original bastante explícito que he podido hallar.

martes, 1 de julio de 2008

"LA CASA DEL TERROR" Y "MISTERIO": HORROR BRITANICO EN LA TV DE LOS 80

Quizá fuera el pasado verano, en algún zapping nocturno por ciertas televisiones locales, cuando comprobé con alegría que se estaba reponiendo una serie que recordaba con cariño (y pánico) de mi más tierna infancia (o posiblemente de alguna emisión posterior). En las semanas siguientes no se volvió a programar, lo que redobló mi interés por recuperar todos los datos posibles acerca de la misma.

La serie era La casa del terror, título en España de Hammer House of Horror.

Photobucket


A finales de los 70, la mítica productora británica Hammer, muy alejada de su época dorada, sumaba fracaso tras fracaso y se encontraba al borde de la desaparición y con problemas de liquidez.
Esto produjo que su responsable principal, Michael Carreras, fuera destituido y ocuparan su lugar Brian Lawrence y Roy Skeggs.
Ambos se pusieron de acuerdo en crear un producto barato que fuera rentable economicamente; y el resultado fue la serie de TV que nos ocupa.

Aquellos fueron años gloriosos para el fantaterror televisivo, ya funcionaba durante los 70 una serie de horror psicológico titulada Tensión (al igual que la mencionada, compuesta de episodios independientes, tanto argumentalmente como en cuanto a director, guionista, actores...), Thriller en la versión original, creada por Brian Clemens, luego también vinculado a Hammer House... y responsable de producciones para la pequeña pantalla como Los Vengadores o películas como Dr. Jekyll y su hermana Hyde (o también Captain Kronos: Vampire Hunter, esta última dirigida por él mismo).

Thriller también estaba vinculada a la productora ITV como la serie de ciencia-ficción Tomorrow people (aquí titulada Los hombres del mañana, y emitida principios de los 80, aunque en origen era de mediados de los 70). De igual modo funcionaba regularmente por aquellas fechas Desenlace inesperado (Tales from the unexpected, no confundir con una serie del mismo título del escritor Roald Dahl), creación del productor Quinn Martin, el mítico responsable de El fugitivo, Los invasores, Los Intocables o Las calles de San Francisco. Incluso en España se emitían series como Cuentos y Leyendas o El Quinto Jinete, con terroríficas adaptaciones de Stevenson, Poe, Le Fanu, Guy de Maupassant, Henry James o Tolstoi, entre otros (vamos, igual que ahora).

El caso es que ya la Hammer había producido a finales de los 60 Viaje a lo desconocido, con ciertas similitudes a The twilight zone pero al estilo inglés. Pese a ello, inicialmente no se quiso vincular demasiado La casa del terror con la famosa productora, y es que Skeggs y Lawrence la realizaron a través de su propio estudio. Fue más a raíz del éxito comercial de la serie que se hizo de esta forma; de hecho, el planteamiento queda muy alejado del típico terror gótico de la compañía y adquiere tintes demasiado ochenteros, tanto en la estética como en el exceso de violencia y concesiones al gore, o al exceso de sangre y escenas desagradables en muchos episodios.

Se echó en falta la ausencia de primeros espadas de la interpretación inglesa, con excepción quizá de un Peter Cushing ya muy veterano, eso si, hay abundantes secundarios eficaces como Jon Finch, Denholm Elliott, Brian Cox o Anna Calder-Marshall. También los directores corresponden a la última etapa Hammer, lo que no es buena señal: Alan Gibson, Peter Sasdy o Don Sharp no eran, seguramente, los mejores realizadores posibles.
Por cierto, gran parte de sus episodios se rodaron en torno a la mansión de Hampden House, que era la que aparecía en los créditos iniciales.

Photobucket

Paso a hacer un resumen comentado de los capítulos de la 1ª temporada, ordenados cronológicamente:

1. El hechizo (Witching Time). D: Don Leaver. G: Anthony Read. I: Jon Finch, Ian McCulloch, Patricia Quinn, Prunella Gee.

A mediados de septiembre de 1980 llegaba esta primera entrega y, desde luego, peor no pudo empezar la serie, pese a unos inicios prometedores que recuerdan los primeros minutos de Impacto/Blow out (Brian de Palma, 1980). Lo que aquí se narra es la historia sobre un autor de música de cine que se encuentra, en la granja de su viejo caserón, a una bruja llegada desde el S. XVII, y establece una relación con ella, en parte por los efectos de un hechizo, pero tambien influido por la sospecha de un posible adulterio por parte de su mujer. En suma, contiene muchos elementos decepcionantes y pocos estrictamente terroríficos, numerosos tópicos y un desenlace moralizante en torno a la familia y la pareja que se repetirán en otros episodios. Las concesiones al destape empiezan a hacerse patentes con la presencia de Patricia Quinn, una de las protagonistas de The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975) y que luce aquí una estética a medio camino entre la diva gótica y lo decididamente hortera. No obstante, el capítulo fue un gran éxito y lanzó la popularidad de la serie.

2. Amargo despertar (Rude Awakening). D: Alan Gibson. G: Gerald Savory. M: Paul Patterson. I: Denholm Elliot, Pat Heywood, Lucy Gutteridge, James Laurenson.

No mejoraron las cosas a nivel artístico con este capítulo, pese a adentrarnos en el interesante campo del terror psicológico. En este caso, un agente inmobiliario sueña con separarse de su esposa y poder estar con su secretaria joven y sexy; pero a raíz de meterse en el negocio de la venta de una misteriosa casa empieza a tener un sueño repetitivo, inicialmente agradable en cuanto a sus deseos, pero que se va enrevesando. La frontera entre lo real y lo onírico es más confusa cada vez, teniendo finalmente trágicas consecuencias en una realidad que es muy distinta de la que él imaginaba. Más concesiones a un burdo erotismo en algunas escenas y la presencia del eficaz Denholm Elliott al que ya pudimos entrever en estimables productos de british horror como La monja poseida (Peter Sykes, 1976) o los films de episodios La bóveda de los horrores/The vault of horror (Roy Ward Baker, 1973) o La mansión de los crímenes (1971), además de ser un rostro habitual en la saga Indiana Jones (excepto en la última entrega, ya que falleció en 1992). En resumen, Amargo despertar resulta un episodio desaprovechado, y en todo caso, mas cercano al género de suspense.

Photobucket



3. La decimotercera reunión (The 13th Reunion). D: Peter Sasdy. G: Jeremy Burnham. I: Julia Foster, Richard Pearson.

Este episodio no es de los mas recordados, pero merece la pena destacarlo porque es uno de los pocos que evoca ciertos elementos del habitual humor negro británico, que por desgracia, brilla por su ausencia en la mayoría de la serie. En síntesis, narra como se están produciendo una serie de muertes en una elitista clínica de adelgazamiento; una avispada periodista se pone a investigar y descubre que los responsables de dicho centro son algo así como una secta de canibales, que la utilizan con los fines que podemos imaginar, y empezarán a acosarla para que su secreto no salga a la luz.
Buena labor de Julia Foster, aunque el director Peter Sasdy no logra que el capítulo funcione del todo.

4. Venganza de ultratumba (Growing Pains). D: Frances Megahy. G: Nicholas Palmer. I: Barbara Kellerman, Gary Bond.

La serie seguía funcionando, otra cosa era la calidad de los resultados. En la trama de este episodio, el hijo de un investigador muere accidentalmente por una negligencia de sus padres al envenenarse en el laboratorio, y transcurrido un tiempo adoptan a otro chaval. Éste acaba poseído por el fallecido, que pretende vengarse de sus padres por haber sufrido la falta de atención que provocó su trágico final y empieza a cometer auténticas maldades. Muy visto el tema de niño maligno, ya tratado, por ejemplo, en la entonces reciente La profecía (Richard Donner, 1976) o en titulos muy superiores como El otro (Robert Mulligan, 1972). En todo caso, destacar la primera aparición del espectro del niño fallecido en la habitación del adoptado, bastante desasosegante, la recurrencia, una vez más, a las truculencias (el padre trabaja con conejos y ya podemos imaginar que alguna escena sangrienta implica a estos roedores) y otra vez elementos moralizantes sobre la unidad familiar y el descuido de los progenitores, mas preocupados por sus asuntos que de los hijos, para concluir que Growing pains resulta de lo peor de la serie.

Photobucket

5. La casa que se desangró (The House that Bled to Death). D: Tom Clegg. G: David Lloyd. I: Nicholas Ball, Rachel Davies.

Este episodio fue emitido por TVE con el título de Las dos cimitarras, y vuelve a incidir en torno a la perspectiva de los niños, añadiendo el tema de las casas encantadas (un anciano envenena a su mujer, descuartiza el cadáver y años después llega una familia feliz a habitar la susodicha mansión). Un argumento en aquel momento bastante en boga con películas como Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979) y todas sus secuelas, ofreciéndonos un nuevo recital de tópicos al respecto y recurriendo a los efectismos y a tonos casi gore, con una impactante escena en la parte final, que recuerda bastante a la conclusión de la también reciente entonces Carrie (Brian de Palma, 1976), en una fiesta de cumpleaños infantil (para más crueldad) entre tartas y velas, pasada por una lluvia sorpresa de sangre procedente de las cañerías (aún ese momento, al igual que otros de la serie, me pone los pelos de punta, pero probablemente sea la evocación de haberla visto con una edad demasiado reducida, y no el efecto que algo así puede producirme después de tantos años viendo cine de terror de lo más impactante). Pero poco más ofrece aparte de eso, quizá unos aceptables tonos claustrofóbicos. En todo caso, incido sobre lo que he venido a comentar en la introducción general acerca de la americanización formal de Hammer House of Horror y el empleo de fórmulas de moda, en contraposición con el tradicional estilo británico, y en particular, de la casa responsable del producto, pero probablemente lo que se buscaba eran los resultados por encima de la forma, y esto se consiguió.

Photobucket

6. Charlie Boy (Charlie Boy). D: Robert Young. G: Bernie Cooper, Francis Megahy. I: Leigh Lawson, Marius Goring.

Al fin la cosa mejoró un poco. Aquí si podemos evocar episodios de películas de capítulos habituales en el cine de género inglés de los 60 y 70, como Doctor Terror (Freddie Francis, 1965, con una de sus historias muy similar), la mencionada The vault of horror o Refugio macabro (Roy Ward Baker, 1972). Pero también en el cine americano, Dan Curtis, al que mencionamos en nuestro monográfico dedicado a Matheson, había introducido un fragmento similar en Trilogy of Terror (1975).
Una pareja con mala fortuna y diferentes problemillas se encuentran con la figura de un pequeño tótem africano en una tienda, al que dan el nombre que titula el episodio, e inicialmente les cambia la suerte. Pero las cosas no son como parecen; la figurilla, al parecer, está vinculada al espíritu de un maligno hechicero y todo desembocará en tragedia (algo que recuerda vagamente al célebre, y excelente, cuento de W.W. Jacobs, La pata de mono). ¿Culpa del fetiche o parcialmente de los desquiciados protagonistas?. Seguramente una de las mejores entregas, y donde sí podemos reconocer la "marca de la casa".

Photobucket

7. El grito silencioso (The Silent Scream). D: Alan Gibson. G: Francis Essex. M: Leonard Salzedo. I: Peter Cushing, Brian Cox, Elaine Donnelly, Robin Browne.

Este es uno de los capitulos mas recordados, por la presencia de Cushing y por recurrir al terror psicológico con mucho mas acierto que, por ejemplo, Amargo despertar. Un ex-convicto comienza a trabajar para un anciano que tiene una tienda de animales, pero descubre que es un antiguo criminal nazi que realiza unos experimentos para controlar la voluntad y algo aún más ambicioso, en lo que el protagonista acaba implicándose, con un final que afectará a todos los personajes. No obstante, continúa el repunte de calidad iniciado con la anterior entrega, Charlie Boy y que incluirá a alguno de los siguientes episodios.

Photobucket

8. Los niños de la luna llena (Children of the Full Moon). D: Tom Clegg. G: Murray Smith. I: Diana Dors, Celia Gregory, Christopher Cazenove, Jacob Witkin, Robert Urquhart.

Este es uno de los mejores episodios y el más Hammeriano de todos. Recurre al tema de la licantropía desde un punto de vista más o menos tradicional, aunque sorpresivo, con una pareja que, tras sufrir un accidente de coche (situación que se da en varios capitulos de la Casa del Terror, por cierto) encuentra cobijo en una casa regida por una mujer (La ex Marilyn británica, Diana Dors, con su inquietante decadencia) y unos rubicundos niños, teóricamente angelicales pero que esconden un terrible secreto, algo que recuerda mucho, por ejemplo, a El pueblo de los malditos (Wolf Rilla, 1960), luego versioneada por John Carpenter.

Photobucket

Determinados elementos, como el de la mujer huésped/prisionera a la que se pretende aparear con el Hombre Lobo principal para perpetuar la especie, al estilo de La semilla del diablo/Rosemary's Baby (Roman Polanski, 1968), el prólogo, con la pequeña con sangre en la boca o la comitiva de licántropos infantiles encabezada por un niño que toca la flauta, harán las delicias de los amantes de un terror más clásico y gótico.

Photobucket

9. El águila de los Cárpatos (The Carpathian Eagle). D: Francis Megahy. G: Bernie Cooper, Francis Megahy. I: Anthony Valentine, Suzanne Danielle.

Nuevo bajón cualitativo con este episodio, muy al estilo de los policiales de psycho-killers americanos, sobre determinados asesinatos en los cuales a las victimas se les extrae el corazón, y que remiten a los métodos de una antigua condesa medieval, conocidos por una escritora que investiga el tema. Aparte de algunos juegos al despiste, no hay mucho que comentar. Aquí el recurso fácil a la sangre y al sexo está muy acentuado, con una asesina femenina que mata a sus víctimas en plena faena, algo que pudo ser copiado después en peliculas como Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992). Sin duda, una de las entregas más prescindibles.

10. Guardián del abismo (Guardian of the Abyss). 15 noviembre 1980. D: Don Sharp. G: David Fisher. I: Ray Lonnen, John Carson.

Este capítulo remite un poco a anteriores como Charlie Boy, por el tratamiento al estilo de las viejas pelis de episodios. La víctima potencial de una secta que realiza sacrificios humanos consigue escapar, y es acosada por el lider de la misma, que pretende acabar lo que empezó. Al mismo tiempo, hallamos similitudes por las referencias a un objeto concreto importante en el desarrollo del episodio. En este caso es un espejo mágico, a través del cual el malvado de turno controla el alma de sus víctimas. Determinados elementos de lo más divertido, como la utilización de unos muñequitos de vudú multi-usos por parte de la secta, no sólo para causar daño a sus victimas sino para mas finalidades, hacen que Guardián del abismo sea de lo más recomendable de ver.

Photobucket

Photobucket

11. Visitante del más allá (Visitor From the Grave). D: Peter Sasdy. G: John Elder. I: Kathryn Leigh Scott, Gareth Thomas.

Este episodio recuerdo que me dio pánico cuando lo ví en mi niñez, aunque no creo que resistiera una revisión hoy día. Una mujer asesina a un desconocido que pretendía robarla y violarla. Con la colaboración de su novio se deshace del cadáver para evitar problemas, pero después empieza a recibir fantasmales visitas del espectro, o más bien zombi (por su aspecto) del fallecido, así como otros sucesos intrigantes. Pero nadie la cree y empieza a pensar que ha perdido la razón. Al final, si me permiten contarlo, todo es un complot sorpresa del novio y su amante (no había siquiera homicidio) para volverla loca, que se suicide y quedarse con la herencia (o algo así). Pero en un nuevo trick final, el espectro de la engañada, esta vez de verdad, volverá para vengarse de los culpables. Ese giro de los acontecimientos y la confusión realidad-fantasía resultan atractivos, aunque el tratamiento es algo rudimentario, con elementos tópicos en estos casos como la utilización del médium o los sustos de rigor.

Photobucket

12. Las dos caras del mal (The Two Faces of Evil). D: Alan Gibson. G: Ranald Graham. I: Anna Calder-Marshall, Gary Raymond.

Una familia, en un día lluvioso, recoge en una solitaria carretera a un autoestopista que resulta ser una especie de psicópata que intenta matarlos a todos, provocando un accidente de tráfico (otro más), a resultas del cual, la mujer y el hijo salen más o menos ilesos y el marido queda hospitalizado con el rostro desfigurado. ¿El marido? Ahí comienza la confusión, el psycho-killer vestía un impermeable amarillo que no permitía ver su rostro y se caracteriza por tener una uña deforme. La persona que está en el hospital podría ser él: con eso juega el episodio. El marido vuelve a casa pero es posible que sea el asesino, que no fuera éste el que falleció; determinados comportamientos, ¿son imaginados por la protagonista o reales?. Como podemos comprobar, además, muchos recursos recuerdan demasiado a las peliculas slasher de psicopatas, entonces en primer plano, incluso del cine más reciente, con pastiches de los 90 que evocan a los de aquellos años como Sé lo que hicisteis el ultimo verano (Jim Gillespie, 1997). No me parece casual que el asesino de ésta última vista chubasquero y esté relacionado con un accidente de tráfico. Sólo la ausencia de adolescentes lo aleja del típico producto de estas características, y un giro final hacia la ciencia-ficción, que remite por ejemplo, a La Invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956) y todas sus secuelas.
Pese a lo dicho, para mi gusto, una de las entregas más atractivas.

Photobucket


13. La marca de Satán
(The Mark of Satan). D: Don Leaver. G: Don Shaw. I: Peter McEnery, Georgina Hale.

Buen broche para la serie con este último capitulo, en el que se narra la historia de un empleado de autopsias que cree ser un elegido satánico, al empezar a ver el nº 999 por todas partes, que él identifica como el del Anticristo, en vez del 666, porque le da la vuelta, y cree ver en relación a todos sus actos ese dígito. La historia de esa obsesión, que llevará al protagonista al borde de la locura o directamente a ella, es seguramente el episodio mas disparatado y tal vez el más divertido de la serie. A destacar además la presencia siempre turbadora de Georgina Hale, especialmente en alguna escena.

Despues de todo lo dicho y de algunas críticas vertidas, en particular sobre varios de sus capítulos, he de decir, no obstante, que recomendaría abiertamente la visión de La casa del terror, por una combinación de afición a este género, nostalgia, y por el hecho de que la calidad de algunos episodios pienso que justifica la serie en su totalidad.


MISTERIO (HAMMER HOUSE OF MYSTERY & SUSPENSE)

Debido al éxito de esta primera entrega, Skeggs y Lawrence plantearon una segunda parte, Hammer House of Mystery and Suspense (aunque conocida en EE.UU como Fox Mystery Theatre), realizada de forma discontinua en dos mini-temporadas entre 1984 y 1986, y ofrecida en España por TVE-1 con el sencillo título de Misterio los sábados por la noche hace unos 20 años, y, al contrario que La casa del terror, nunca repuesta por ningún canal.

Curiosamente, pese al retorno tanto al terror clásico y gótico como al humor negro que aquí se planteaba, y a contar con un equipo de plenas garantías, más, incluso que Hammer House of Horror, con directores como Val Guest (El experimento del Dr. Quatermass), John Hough (La leyenda de la mansión del infierno, Drácula y las mellizas) o el propio Brian Clemens, y actores como David Carradine, Peter Graves, Carol Lynley, David McCallum o Dean Stockwell, la serie resultó un fracaso.

Photobucket

Transcribo también unas reseñas sobre los capítulos de que constaba, aunque, curiosamente, he tenido problemas para hallar información sobre esta segunda etapa, siquiera en inglés, así que tiraré de memoria y de lo poco en limpio de que dispongo. Eso sí, ruego se me disculpen las posibles imprecisiones debidas a esto.


1. El tatuaje (Mark of the devil) D:Val guest I: Dirk Benedict, Jenny Seagrove.
Un jugador de fortuna que pasa por problemas, asesina por dinero a un tatuador, y a raiz de esto, empezará a crecerle de forma espontánea un tatuaje por todo el cuerpo, que lo revela como el autor del crimen.

2. Ultimo video y testamento (Last video and testament). D: Peter Sasdy. I: David Langton, Deborah Raffin, Oliver Tobias.
El capítulo empieza con un maduro millonario que es llevado por su chófer a un cementerio donde baila sobre una tumba. A lo largo del episodio comprobamos como su joven esposa y el amante de la misma tienen preparado un complot para acabar con su vida.


3. Jaque Mate
(Czech Mate). D: John Hough. I: Susan George, Patrick Mower, Richard Heffner.
Una mujer se ve implicada en una extraña conspiración durante un viaje a la ciudad de Praga (que entonces todavía permanecía detrás del telón de acero) a raíz de la misteriosa desaparición de su marido.


4. Un grito lejano
(A distant scream). D: John Hough I: David Carradine, Stephanie Beacham.
Una pareja tiene visiones recurrentes sobre un crimen supuestamente cometido en el pasado en el lugar que habitan. Pero también podría tratarse de una premonición.

5. La difunta Sra. Irving (The late Nancy Irving) D: Peter Sasdy. I: Cristina Raines, Marius Goring, Simon Williams.
Una estrella del golf femenino es secuestrada y públicamente dada por muerta. En realidad ha sido llevada secretamente a casa de un multimillonario. Este posee un grupo sanguíneo muy especial, el mismo que ella, y lo que se pretende es utilizarla para suministrar transfusiones a dicho magnate, como ya ocurrió antes con otras personas. Mientras tanto, tratará de escapar de su encierro.

6. Poseídos (In possession) D: Val Guest. I: Carol Lynley, Christopher Cazenove.
Los fantasmas que un matrimonio ha observado en el lugar en que pasan sus vacaciones se trasladan, 2 años después, a su residencia habitual.

7. El cuervo negro (Black carrion). D: John Hough. I: Season Hubley, Leigh Lawson.
Un periodista decide investigar el paradero de un dúo pop de éxito en los primeros 60, The Verne Brothers, que desaparecieron sin dejar rastro (esto recuerda vagamente el argumento de Velvet Goldmine, de Todd Haynes), con la colaboración de una joven experta en la música de esa época. Su búsqueda les conduce a una especie de pueblo fantasma. Simultáneamente, la policía investiga algunas desapariciones recientes que se han producido en ese lugar.

8. El dulce aroma de la muerte (The sweet scent of death). D: Peter Sasdy. I: Dean Stockwell, Shirley Knight, Michael Gothard.
Durante una estancia en Inglaterra, el embajador de los EE.UU. empieza a recibir misteriosos envíos anónimos de rosas rojas.

9. Dibuja un asesinato (Paint me a murder). D: Alan Cooke. I: Michelle Phillips, James Laurenson.
La esposa de un buen dibujante, pero sin éxito, imagina fantasiosas situaciones acerca del trabajo de su marido que le servirían para recibir el reconocimiento del público.

10. La herencia Corvini (The Corvini inheritance). D: Gabrielle Beaumont. I: David McCallum, Jan Francis.
Eva es perseguida hasta su casa por un extraño merodeador anónimo, vestido de negro y con una máscara de esquí. Cuando alguien la llama para advertirla que el desconocido ha pretendido acceder a su domicilio a través de la escalera de incendios, y ella misma puede observarlo junto a su ventana, decide poner el caso en manos de su vecino, un hombre solitario, experto (y obseso) de la vigilancia, que instala un circuito cerrado de cámaras de TV. Al mismo tiempo, en la sala de subastas donde este trabaja, reciben la colección de joyas de una antigua y malvada familia, alguna de cuyas piezas tiene fama de estar maldita.

11. Y el muro se derrumbó (And the wall came down). D: Paul Annett. I: Barbi Benton, Gareth Hunt.
Las obras en una antigua iglesia dejan al descubierto tras una pared los restos de un antiguo culto maléfico instalado allí hace muchos años, lo que desencadena una serie de acontecimientos.

12. Juego de Niños (Child’s play). D: Val Guest. I: Mary Crosby, Nicholas Clay.
Uno de los episodios más recordados y divertidos, que oscila a medio camino entre el cine de terror psicológico y casas encantadas (al principio), acaba derivando a la ciencia-ficción y desemboca en un final casi humorístico.
Una familia se encuentra una mañana que su casa está rodeada de una especie de muro hermético que ni siquiera permite abrir las ventanas, no recuerdan nada de sus vidas antes de ese momento, todos tienen en su cuerpo un dibujo que es la misma señal que no deja de emitir la TV, aparece un extraño líquido verdoso...Al final, si se me permite el spoiler, se trataban de juguetes de una casa de muñecas de una niña del futuro: la marca de su cuerpo era la de la compañía fabricante, su casa estaba sellada porque el hermano de la niña para hacerla enfadar habia escondido la casa en una caja fuerte, el líquido era un caramelo derretido que se le habia caido a la pequeña...

13. La pista de tenis (Tennis court). D: Cyril Frankel. I: Marcus Gilbert, Hannah Gordon, Peter Graves.
Un aeroplano de la 2ª (¿o 1ª?) Guerra Mundial es derribado y sólo uno de sus ocupantes se salva. Años después, una pareja ha recibido una mansión en herencia, pero en su vieja pista de tenis se producen escalofriantes fenómenos, que incluso cuestan la vida a algunas personas, y que pueden estar vinculados con que la misma está poseída por el ¿espectro? de alguno de los implicados en aquel viejo accidente de aviación.
Este fue el último capítulo (buen broche final) de Hammer House of mystery and suspense.

Aunque ambas series están editadas en su país de origen en DVD, no lo han sido nunca en España y resultan difíciles de hallar; afortunadamente por otros métodos que los usuarios conocen, se pueden encontrar prácticamente todos los episodios de ambas series incluso en su versión doblada al castellano. Creo que el amante del cine fantaterrorífico que intente recuperarlos no se sentirá defraudado.