viernes, 8 de agosto de 2008

POLTERGEIST (1982)

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Recientemente he podido escuchar que se prepara una cuarta parte de Poltergeist; esto ha provocado que dedique la reseña de hoy a esta película, que, pese a ser considerada en su momento un producto meramente comercial (y no dudo que lo sea), ha evolucionado hasta adquirir con el tiempo la consideración de cult-movie, creo que merecida, y por muchos aspectos. Por eso considero más que justo destinarle este recuerdo.

Realmente poco puedo aportar a lo que se haya dicho ya sobre la misma, al tratarse de un film conocido masivamente.
Aunque la dirigió Tobe Hooper, el responsable de La matanza de Texas, Salem’s Lot, La casa de los horrores o Lifeforce, muchos consideran que fue el propio Spielberg, productor junto con la MGM y co-autor del guión, el responsable de la mayoría del metraje, poniendo a Hooper como realizador títere ante la imposibilidad de dirigirla simultáneamente con E.T. (1982) por exigencias sindicales.

Inicialmente se planteó la posibilidad de que fuera Stephen King quien se responsabilizara del guión, pero al parecer hubo un desacuerdo económico que provocó que fuera el multimillonario cineasta, en colaboración más o menos preponderante con Hooper, quien se hiciera cargo del libreto.
No obstante, el metraje está lleno de los típicos guiños de la primera etapa del cine made in Spielberg, el situar el argumento en una zona residencial, ls referencias al núcleo familiar que se une más con los acontecimientos, con el especial protagonismo de los niños, como observamos en E.T., el final, que podría evocar ligeramente al de En busca del arca perdida (Raiders of the lost ark, 1981) o la presencia de los intransigentes especuladores, como el alcalde de Tiburón (Jaws, 1975). En cambio, sólo la escena del payaso y el niño nos remite claramente al cine de Hooper.

Los antecedentes a la película podemos hallarlos en un telefilm que fue una de las primeras realizaciones de Spielberg, Something evil (1972), también con casa encantada y niños de por medio, o en el omnipresente Richard Matheson (ver Fan-cine Fantaterrorífico monográfico 01-06-2008), el gran escritor americano del género antes de la llegada de Stephen King (aunque sigo prefiriendo al primero), que posee dos relatos en los que se basa lejanamente Poltergeist: La niña desaparecida, en la que una pequeña cae en un agujero dimensional bajo su cama y su padre entra con una cuerda a rescatarla, y que se adaptó en la mítica serie The Twilight Zone (Dimensión desconocida), basada en muchos de sus capítulos en textos y guiones de Matheson, y A través de los canales, donde una familia es devorada por el televisor.
Esto incide más en la mala fama de Spielberg de tomar ideas de otros creadores y reflejarlas en sus films.

A destacar que se trata de un producto de terror que puede ser consumido por el gran público, incluso con tintes familiares: no hay víctimas ni un exceso de violencia o escenas desagradables y si algo de humor negro; veladas pero suaves criticas a la TV y a los excesos inmobiliarios (el peaje que hay que pagar para ser politicamente correcto), con un ritmo pausado y brillantes efectos especiales por parte de la Industria Light & Magic, creada por George Lucas, más la apropiada música del prolífico clásico Jerry Goldsmith; en el lado negativo quizá se trata de un producto a veces algo convencional y acomodaticio.

Recordar que conoció dos secuelas, que se realizaron sin contar con Spielberg, en las cuales la MGM trató de aprovechar el filón comercial de la primera parte. Aunque se trató de buscar cierta coherencia argumental y la parte técnica mantuvo un buen nivel, la poca pericia de los realizadores y una puesta en escena poco convincente provocó que no estuvieran a la altura de las circunstancias, empeorando progresivamente los resultados, que fueron en todo caso olvidables.
La llegada de la nueva secuela sólo demuestra la falta de inventiva del cine actual y de este género en particular, siendo habitual retomar viejas ideas para degradarlas. No tengo porqué pensar que este caso sea distinto.

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